lunes, 12 de noviembre de 2007

Rechazo

Rechazo
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Sensaciones de rechazo Aquello que te cuesta soportar tanto en aquellos que ves a diario o sólo ocasionalmente. Las que , con el paso del tiempo notas bien ancladas dentro de tí, y reforzadas desgraciadamente, en el día a día.
Desgraciadamente, porque no ves que haya una mejora en general en el comportamiento social, y lo que tienes muy claro por muy maniática que seas, es que no es un caso aislado el tuyo. Muchas personas se encuentran igual. Un dia a dia en cualquier ciudad nuestra, nos lo hacen ver continuamente.
Para mí, el llevar un orden en todo lo que se preste a ello, y pueden ser muchas cosas es básico, permite una agilización que se comprende perfectamente. Así, no sólo en la casa, en el trabajo, sino en el movimiento diario en la calle.
Jamás entenderé cómo no hay manera de que en cualquier lugar en el que se necesite, todo lo contrario; cuándo se forma una cola, bien en una parada de autobús , en una compra, en un espectáculo; pero no, siempre hay una tendencia cuándo llega el momento, a perder ese orden, al amontonamiento, a meterse uno antes de los que esperan. Y además, sin problema alguno; llego, me pongo aquí y listo.
Esto se ve mucho por aquí; estás esperando y llega , sobre todo la persona mayor, más habitual,pero también en todos los niveles, y que no entiende , acepta, admite, que los demás, con prisa también , aceptamos esa espera ordenada y lo hacemos porque así entendemos que es lo más adecuado.
Debe ser tema cultural sin duda, pero no lo aceptan sólamente, además se enfadan cuándo se les recrimina, con su clásico, ¿por qué he de esperar, si sólo quiero una cosa,(por ejemplo ) y tengo prisa?, aunque luego salgan y se pongan a hablar en la puerta con quién sea, el tiempo que haga falta.
No sólo no esperan, es que no aceptan tampoco que pase nadie antes que ellos.
Es cómo si hubiera un complejo generalizado pienso a veces. Yo primero, siempre, y los demás que se aguanten. Se ve cuándo vas a entrar a algún sitio, y coincides casi a la vez con el que quiere salir. No da un paso atrás, el pasa por narices, y tú retrocedes porque ya ves que el otro en plan locomotora no tiene intención de hacerlo.Yo primero, siempre, así en muchas cosas. Cuándo conduces, y llegas a un cruce, aunque te toque pasar a tí, esperas porque sabes muy bien que siempre hay quién sigue la máxima anterior, y que te hará esperar , porque , él primero, él no espera.
Cuándo subes a un transporte público; yo primero, agolpándome ante la puerta, y tonto el último; por supuesto, lo de sentarse si se puede y no ceder asiento a nadie , va incluido. Y además, si me da la gana, pongo los pies en el asiento de al lado, y el que venga, si se ensucia la ropa, me tiene sin cuidado. Creo que ni se les ocurre pensar eso. Yo, a mi bola, paso del resto .
Es una sociedad con unas costumbres, mejor, unos comportamientos, que molestan a muchas personas, pero , que no tienen quienen los ejercen esa sensación. No sé exactamente dónde está el origen del fallo; en todo el conjunto de los individuos, creo, claramente. Lo que no es aceptable, es que parezca que vivimos y nos movemos en un mundo de animales, sin orden ni concierto. Yo primero, y el de atrás, que se fastidie (y pueden ir aquí sinónimos más ordinarios, caben sin problemas).





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