jueves, 26 de agosto de 2010

Ese sol que no sale

Volví de vacaciones el día 16; volví a la parada del autobús ,a esperar esa animada charla que mantenemos todas las mañanas en ese trayecto y que nos sirve para hacer todo tipo de minucioso análisis de cuánto nos rodea lo cuál ,aunque suene extraño a esas horas fluye sin problemas, y además nos va despejando y haciéndonos empezar el día con buen ánimo,realmente. Entre disquisiciones mil vamos mirando el trayecto, entre ciudad y huerta y hasta el hospital. Los primeros días ya estaba el sol insultante atravesándonos con su potencia,así ,tan temprano. Pero, en sólo esta semana el cambio es brutal.

Una mañana más

Pinche sobre la imagen si quiere verla más grande.

De un dia a otro se ve, se ve la mitad menos al siguiente y hoy, ya no estaba. Oh,misterios; de un día a otro ,y me repito, ya no está,ya no lo vemos hasta mitad de trayecto y de golpe; entras a la rotonda,y no está, sales y ya le tienes arriba ,gritando esto sí ,con ganas; en unos metros de nada, dónde había un reflejo rojo, va y aparece él, más rojo aún, haciéndose notar con fuerza; y esto nos despierta de golpe ,esa salida de sol ultrarápida. Esto ya va cambiando .Y demasiado rápido ,doy fe,que ya ando todas las mañanas desde el autobús disparando para comprobar en casa que sí,que inicié la semana con el sol fuera,y la acabo con él escondido ya. Acabamos Agosto,esto será.

Verano en la huerta

Verano .Una.

Pinche sobre la imagen si quiere verla más grande
.

jueves, 19 de agosto de 2010

Elogio al abanico

Verano. Veintiséis.

Pinche sobre la imagen si quiere verla más grande.

Se merece este y muchos más .El abanico ,ese sencillo conjunto de madera y tela que en tantas y tantas ocasiones nos alivia esos calores por aquí tan habituales. El que nos ha acompañado toda la vida, ya que siempre hemos tenido uno desde pequeñas.Era un regalo habitual en cualquier edad, y lo sigue siendo ya que no dejas de usarlo nunca. Siempre ahí en esta época de calor,siempre a mano, para recurrir rápidamente a él ,moviéndolo intensamente ; de un lado a otro, de arriba hacia abajo,siempre eficaz. Y algo que es además ligero y sobre todo con una posibilidad de cambios increíble, ya que puedes tenerlo con cualquier diseño, color, precios. Una maravilla de lo más simple y funcional.
Ahora, cuándo ya lo pongo en la mayor de las alturas es en estos meses, en los que ya lo tengo por todos lados ,en cualquier lugar,incluso en el bolsillo del uniforme. Siempre con él cerca porque ahora en estos años en los que la menopausia está queriendo quedarse conmigo es cuándo ya no vivo sin él. Si que habrá remedios mil para ello ,para esos locos calores que te llegan en cualquier momento ,a cualquier hora de día y noche; ahí está fiel siempre, para ayudarte rápida y silenciosamente,salvo que lo agites con mucho ansia que también lo haces. Porque cuándo empiezas a notarte como un volcán a punto de erupción,cuándo a cualquier hora por mucho frio que haga cómo pasó este último invierno tú de pronto crees estar en la caldera de Pedro Botero, allí está él; mientras pasas una mano por tu cara, tu cabeza,te apartas el cabello y resoplas, ahí está él,el abanico ,acompañándote ,calmándote,enfriando ese horno en el que te has envuelto.
Ahora no hay forma de olvidarme de él, vamos que no sé qué haría sin uno siempre conmigo. Maravilla de las maravillas el abanico; mi mayor agradecimiento pequeño compañero, gran amigo siempre y mucho más ahora.

Verano en la huerta.

Verano. Ocho.

Pinche sobre la imagen si quiere verla más grande.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Unas vacaciones

Verano. Diecisiete.

Pinche sobre la imagen si quiere verla más grande.

Unas vacaciones sin atascos ,sin esperas en estaciones o aeropuertos, sin madrugones para patear ciudades buscando aquello que hay que ver . No hay multitudes, no hay grupos más o menos despistados tras aquél o aquella que van guiándote por tu destino vacacional. Tampoco te lías o aclaras según,con el modo que hayas elegido para saber por dónde andas,sea en papel o en algún trasto tecnológico . Ni buscas billetes de viaje,ni controlas peso del equipaje, ni pasas horas eligiendo regalos de dónde fuiste ni preparas fotos o películas para mostrar tus momentos de viaje y visita a tus amigos y familiares.
No hay nada de todo eso porque te has pasado algunos de esos días en tu casa familiar, en mi caso en una zona de la huerta,en un muy tranquilo lugar. Siempre tienes algo allí porque vas y vienes con frecuencia, está muy cerca de dónde vives. Y pasas unos días con calor sí,bastante; pero para eso están los utensilios de toda la vida ; esos abanicos, esas persianas echadas, los pasillos entre casas dónde corre el aire;esas paredes gruesas que más o menos protegen la vieja casa; también algún moderno aparato sí,también alguno hay. Pero un rato,porque en llegando la tarde ,la media tarde mejor,ya sales a estar en la calle, a esperar que refresque.
Y vuelven las viejas costumbres; cenas en la puerta de la casa al fresco,lecturas nocturnas con la luna de frente,charlas con familia y vecinos inacabables. Perros y gatos corriendo por alrededor;olor de flores mil llenando esa noche calurosa también a veces.Y ya está. Unas vacaciones en la huerta. Un destino distinto.

Verano en la huerta

Verano. Tres.

Pinche sobre la imagen si quiere verla más grande.

martes, 17 de agosto de 2010

Bando de la Huerta 2010.Murcia

Día de fiesta, aquí. Trajes ,costumbres, oficios; desaparecidos casi todos en el día a día actual, se muestran ,se recuerdan hoy. El Bando de la Huerta, la gran fiesta de lo que ya no está ,pero no se quiere olvidar.

Sonrisa


Antes del vino

Hacía el río

Más fotos del Bando ,aquí,en Flickr.

Y aquí ,de Juan Aragón.

lunes, 16 de agosto de 2010

Aquellos momentos

Verano .Una.

Pinche sobre la foto para verla más grande.
Estos momentos de no hacer nada de nada,cuándo el mayor trabajo es el pasar las hojas del libro ,abrir un refresco, abanicarte ; quedarte cuánto tiempo quieras mirando al cielo sin más,viendo pasar pájaros, viendo pasar nubes, viendo irse el sol y llegar la luna.Estos momentos en los que no hay horario para nada ni para nadie,en los que sólo cuénta el momento de calma , y que puede alargarse cuánto te plazca. Estos momentos en los que pasan ratos y ratos, horas, lo que haga falta ,sin pensar en cuánto tiempo has estado viendo moverse al perro ,al gato, a lo que sea sin más. Estos momentos no tienen horas pero éstos días sí y ya ha caído la última gota de arena del reloj.Y esta mañana, sí, esta mañana ya había horario. Ya estamos en la parada del autobús de nuevo y en marcha .