Volví de vacaciones el día 16; volví a la parada del autobús ,a esperar esa animada charla que mantenemos todas las mañanas en ese trayecto y que nos sirve para hacer todo tipo de minucioso análisis de cuánto nos rodea lo cuál ,aunque suene extraño a esas horas fluye sin problemas, y además nos va despejando y haciéndonos empezar el día con buen ánimo,realmente. Entre disquisiciones mil vamos mirando el trayecto, entre ciudad y huerta y hasta el hospital. Los primeros días ya estaba el sol insultante atravesándonos con su potencia,así ,tan temprano. Pero, en sólo esta semana el cambio es brutal.
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De un dia a otro se ve, se ve la mitad menos al siguiente y hoy, ya no estaba. Oh,misterios; de un día a otro ,y me repito, ya no está,ya no lo vemos hasta mitad de trayecto y de golpe; entras a la rotonda,y no está, sales y ya le tienes arriba ,gritando esto sí ,con ganas; en unos metros de nada, dónde había un reflejo rojo, va y aparece él, más rojo aún, haciéndose notar con fuerza; y esto nos despierta de golpe ,esa salida de sol ultrarápida. Esto ya va cambiando .Y demasiado rápido ,doy fe,que ya ando todas las mañanas desde el autobús disparando para comprobar en casa que sí,que inicié la semana con el sol fuera,y la acabo con él escondido ya. Acabamos Agosto,esto será.
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