domingo, 4 de abril de 2010
La luz
Ha sido una Semana Santa relajada, y bien aprovechada. Por fin tras años de no poder contar con ello, la tenía entera libre. He podido pues, vivirla plenamente. Preparar la primera procesión, en la que salía casi toda la familia ; paseos por la ciudad, tranquilamente; con tiempo para mirar al cielo con calma, y para hablar y escuchar sin prisas.
Tiempo de disfrute de gastronomía acorde con la época, de quedarme con mil detalles de aquellas procesiones algunas, con años sin verlas pudiendo captarlas ampliamente con mis fotos.Incluso, hasta de los Murcia Cobras tuvimos partidos.
Tiempo también para reflexión y para pensar en muchas cosas,unas relevantes,otras más aún .Pero, en las que no cuento sólo yo, con lo que es más difícil hacer algo, sobre todo si te puede el miedo.
Algunas de esas reflexiones han sido fructíferas, me han ayudado. Momentos en los que me sentía a gusto dónde estaba, con lo que hacía, cómo no ocurría hace tiempo. Ha sido una vuelta a lo conocido de siempre, pero a gusto, sintiéndolo.
Una Semana Santa, que espero,mantenga mucho de lo que me ha dejado en tan pocos días.
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2 comentarios:
Cuando existe tiempo para degustar segundos sin prisa, se recarga el alma...
Me alegro por esos días
Gracias. Totalmente de acuerdo,ya lo ves.Saludos
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