viernes, 22 de mayo de 2009

Una de médicos y pastillas

Amanecer desde el río
Amanecer , dorado .

Enésima visita al médico, enésimo cambio de medicación. Hoy era uno de los especialistas, hoy no el de cabecera que se decía. Hoy quito una cosa, pongo otra, empezamos con más cantidad, en unos días menos, y en un mes vuelves a ver si quitamos alguna otra de las tantas más que tomas. Y así, una y otra vez, varios meses. Hacía frío, bastante, pero cómo ha sido así todo este santo invierno, aunque empezó a hacerlo en otoño y llegó hasta primavera, puntualizaré que fue allá en el mes de los santos, católicamente llamado. O sea, que tantos meses, a tantas visitas cada mes, a tanto médico de cabecera, o pie de cama, sumado a las pastillas añadidas, restadas, partidas en dos si se terciaba el tema; multiplicado por no sé cuántas sesiones de microondas cómo simple taza de leche, otras tantas de magnetonosequé, y elevado a la más que alta potencia de las ochomil o así parecieron ,sesiones de corrientes eléctricas que no sé cómo no me desintegré o casi; más alguna aguja perdida que otra. Y ¿qué tenemos?, pues casi lo mismo que hace esos meses, eso sí, ahora con un cuerpo de luchador de sumo o casi, que todo ésto no vaya a pensar nadie que se hace a la vez que se lleva un ritmo normal, con su adecuado ejercicio físico, aunque sea poco. No, esto requiere calma, y calma y calma. Bueno, me voy a mirar la agenda, a ver cuándo es la próxima cita con ...¿con quién esta vez?.

Rojo y verde
Atardecer, rojo.

2 comentarios:

Landahlauts dijo...

Paciencia. Con los médicos hay que tener mucha paciencia. Y con las enfermedades.

Saludos y a mejorarse.

Catalina Gracia Saavedra dijo...

Hombre, cómo si no .Gracias ,y saludos