Decíamos ayer... que no era una despedida definitiva. Hoy quería ver qué me puedo decir. Leerme y escucharme, o al revés , supongo que da igual. Son meses en un punto que no va hacia arriba, no va hacia ningún lado aunque quizá sí, en realidad, va en sentido contrario. Sí, así me siento, marcha atrás; no hay avances y sí retrocesos. No hay mejoras físicas en realidad, que puedan considerarse así; algún día algo mejor, y entonces decides hacer más cosas, pero a las pocas horas o al día siguiente, lo pagas y con creces. Me queda ahora esperar una enésima revisión y supongo que debería intentar volver a la vida normal. Con el resto de mortales sí, en carne y hueso. Ahora, estos meses de semireclusión han sido productivos, cómo en las otras ocasiones, sí. Pero, aunque no mentalmente, de otras maneras sí que se ven lesiones.
Las que ya estaban ahí siguen, rotas para siempre y luego, las otras. Esas luces que llegaron y se apagaron más tarde.
Habría que quitar las rejas, dejarlas volar a dónde las lleve el viento, dejar las flores caer al agua y que se deslicen tranquilamente. Habría que hacer , sí, algo habría que hacer.
3 comentarios:
Un placer volverte a leer. Soy consciente de que a veces nos encontramos en un estado, físico o psíquico, que no nos deja "hablar". Pero aunque hagas un sobreesfuerzo, creo que debieras quitar esas rejas, de tu blog y de tu mente y seguir escribiendo tal como te sientas, a veces bien y a veces mal, para que vuelvan a salir flores libres y al viento. Eso deseo. Recibe un abrazo
El placer es mío,,al ver que no te has olvidado. Un beso ,Ligia.
Fuera rejas, y que broten las flores, que es primavera.
Besos, Luz de Gas.
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