sábado, 8 de diciembre de 2007

El abrazo

Obelisco al atardecer
Pincha sobre la imagen, la verás mejor.

Esperas y esperas, conformándote con escuchar su voz tras el teléfono, leer sus palabras en largas conversaciones a través del ordenador, y sólo eso. No puede haber más dada la distancia entre ambos.
Pero cuándo hay ocasión de anular esa distancia, cuándo lo más grande que ya aparece separando, es la distancia que quieras poner entre tu cara y la suya, todo queda atrás. Ahora, sólo es importante apurarse hablando, haciendo, sintiendo. Apurar el tiempo que pasa sin notarse, demasiado rápido para cuánto se ha tenido que esperar hasta que ha podido ser el momento idóneo.
Y cuándo se acaba, cuándo de nuevo la distancia impone su dura ley, entonces la realidad se impone nuevamente. Entonces es cuándo piensas que , no sabes que es peor ,que tortura más ; el hecho de no poder estar con dicha persona físicamente, o, el desgarro que te queda tras haber estado junto a ella y haber saboreado la felicidad en toda su plenitud.
Afortunadamente, hay algo a lo que agarrarse para poder llevar este momento de vacío. Esperar a la siguiente ocasión, lo antes posible, o al menos, pensar que será eso, no mucho tiempo sin el abrazo que te devuelve a la vida.

La música de Glenn Miller : In The Mood








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