miércoles, 8 de septiembre de 2010

Salam .Baslama

Un toque de verde

En mi trabajo atiendo a personas de todas las edades , paises,religiones. Es un momento complejo,difícil y duro normalmente ya que tanto si es una intervención quirúrgica, una lesión crónica, una quemadura, cualquier cosa se magnifica para la persona atendida. El dolor, el más básico y el peor llevado. Y en los niños,más. Llegan desde bebés de meses hasta más grandecitos, jóvenes y adolescentes y así hasta los ancianos. Pero los niños ,esto es complejo por tantas cosas juntas. No les calma nada apenas sobre todo en las primeras curas ,en los primeros días. Poco a poco, vamos buscando cómo suavizar el momento y sólo se va consiguiendo esa cierta tranquilidad días adelante.
Hablo con ellos claro y ni oyen ni hacen caso,lloran.Ellos y los padres ,o se contienen con trabajo. Hablo con los niños y les pregunto a los padres cómo se dicen palabras sencillas en su idioma, a quienes no hablan el nuestro. Esto serena a veces, me miran un tanto sorprendidos. A los padres les gusta que les pregunte, que les hable con palabras para ellos conocidas y sí, ayuda. Y a mí, algo voy aprendiendo. Salam , me decía un niño el Lunes ,para hola; Basmala,para adiós. Difícil el árabe,claro, he de apuntarlo. Pero da igual, otro día preguntaré lo mismo a otro padre que apenas habla nuestro idioma, a otro niño ,y seguiremos juntos nuestro trabajo. Ellos ,dejarse atender y enseñarme su lengua, yo con el mío, e intentando comunicarme además de con mis manos, con palabras en la suya. Y lo mismo con tantos y tantos que sí ,lo hablan,hablan nuestro idioma pero sobre todo, dicen de una manera u otra, no me hagas daño.

Un toque de rojo

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4 comentarios:

Merce dijo...

Es de agradecer que haya gente como tú en la sanidad. Porque hay algunos... Normalmente los peores en el trato son los cirujanos. Están o se creen en otro mundo. Y sus formas en muchos casos pueden llegar a ser humillantes para el enfermo y para las familias.

Recuerdo especialmetne a uno al que me gustaría preguntarle cómo cree él que se sentiría con una sonda para la orina, un pijama viejo y desgastado, cansado, dolorido, asustado por, en muchas ocasiones, falta de información. En fin... no dejemos que algunos enturbien el trabajo de la mayoría...

Besos.

Catalina Gracia Saavedra dijo...

Hola Merce. Lamentablemente, ocurre en todos sitios, pero en la sanidad es de los duros de aceptar,el trato inadecuado. Cómo en todo, creo,la mayoría sé ,sinceramente , que intenta hacer lo mejor su trabajo.Y,ahora estoy con cirujanos, los que están conmigo, pues ,pienso que también,esto intentan. Pero ya sabemos,cada uno tiene su caso y en este tema, no se olvida nada, duele mucho,en todos los sentidos.Muchas gracias por tus palabras, un abrazo.

Landahlauts dijo...

Este verano he tenido, por motivos familiares, mucho trato con personal sanitario. Un mes de agosto completo, con poco personal, agobios, prisas...
Y, excepto una situación puntual, sólo he encontrado gente dispuesta a atender, a escuchar y a ayudar. Y, para mi que se me haría imposible un trabajo en el que tuviera que "lidiar" de ese modo con la intimidad de extraños, me resulta admirable.

Yo he visto atender con infinita dulzura a una señora después de que llamara una y otra vez al timbre y soltara una grosería cuando entró la auxiliar en la habitación... y es que, a veces, algunas personas, pensamos que el "como lo pago yo" nos da derechos... muchos... todos. Y pensamos que tenemos que recibir unos servicios que, en un ámbito privado, sólo recibiríamos en un hotel de cinco estrellas.

Ma salama

Catalina Gracia Saavedra dijo...

Cómo tú,mucha gente ve difícil este trabajo;cómo a mí me ocurre con tantos otros. Cómo bien dices, demasiada gente llega con todos los derechos y ningún deber,considerando que allí hay sólo personal para satisfacer inmediata y totalmente a su gusto cuánto quieren sea y cuándo, lo que sea. Gracias Landahlauts.