Hoy ha sido la Romería.El Día del Monte le llamamos también. La patrona de Murcia,es trasladada de la capital a su santuario en los montes cercanos a la ciudad, de dónde se divisa toda ella y la huerta. Es un día festivo y con una garantizada asistencia inmensa por tanto.Por muchos motivos además;por pasar un día entre amigos,en esos montes; por devoción religiosa otros, por un poco de ambos.Y es un trayecto cómodo sí ,los primeros 5 kms,pero cuestas arriba,y con siete las peores,al final del todo. A lo que se une el calor, fuerte aún por aquí.
Este año decidí hacerlo de otra forma. Solía salir siempre pronto de la ciudad, una vez la imagen llegaba al barrio del Carmen, tomaba carretera arriba para evitar el calor, y a esperarla arriba.Este año,decidí esperarla a su salida de la Catedral,dónde ha estado durante dos semanas. Hacia las ocho de la mañana, salía de ella y fuimos siguiendo el camino contemplando cuántos momentos forman parte del trayecto. En ellos,veíamos la asistencia tan variada,desde bebés en carritos a jóvenes,adultos, ancianos. Muchos, muy jóvenes incluso, descalzos. Con velas, con flores. Veíamos las muchas veces en que se detenía la imagen para recibir miles de pétalos de rosas sobre todo;en las que los niños pequeños eran izados hasta ella; momentos de cantos y rezos, incansables pese a que cuándo llevábamos varias horas y el calor apretaba, disminuía el conjunto de quienes lo hacían, el volumen ,pero,para eso están los megáfonos ,animando.
Veíamos cómo los romeros recibían obsequios a su paso, cómo gorras por ejemplo,más que bienvenidas,o,reproducciones de la Fuensanta. Muchos puestos de venta a lo largo del recorrido,desde los churros a primera hora, a bocadillos y refrescos ,aunque muchos optan por llevar la comida casera.
Y tras varias horas de sol, cansancio y mil momentos llamativos por distinta forma, llegábamos a las llamadas siete cuestas. Aquellos que llevaban la imágen,las iban rebasando una tras otra, sin problema y sin detención apenas,pese al calor, multitud y cansancio pero , entre los aplausos y exclamaciones de cuántos esperaban horas en el monte para verla llegar , por fin, llegamos hasta el Santuario.
Tocaba reponer las maltrechas fuerzas, llevábamos siete horas de romería pero ,estábamos en el monte un año más. Y el próximo, a repetir si es posible.
Pinche sobre las imágenes para verlas más grandes. Más imágenes aquí, en Flickr.
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