Uno de mis primos es un auténtico enamorado de su pueblo y un trabajador auténtico en muchas de las actividades que allí se realizan sobre todo, a nivel cultural y festero. Es un tipo encantador, alegre, muy sociable y muy querido y esas cualidades le han hecho candidato idóneo para ser quién diera el toque de inicio en las fiestas de su pueblo, Santa Cruz, en Murcia. Anoche nos hizo disfrutar ,nos emocionó,nos enterneció. Nos había animado a ir a familiares, amigos ,compañeros y no podíamos dejar pasar la ocasión. Una cena previa nos reunió a todos y más que contentos fuimos a la plaza del pueblo a escucharle, sabiendo de sobre que nos iba a gustar. Y fué un trozo de su vida la que nos leyó, fué una serie de anécdotas que, incluso a quienes no somos de allí ni conocemos a quién iba nombrando en cada una de ellas, nos hizo captar la esencia de todo ello.
Nos hizo reir, nos mostró su lado más entrañable, nos hizo ver la sencillez de una vida en el pueblo completa y animada,que había y seguía llenado plenamente a quién había vivido allí bastantes años y que seguía lejos de allí totalmente unido a ese tipo de vida y personas. Y era lo bastante importante para él cómo para saber transmitirlo en los minutos que duró su discurso, que aún no siendo breve precisamente, a todos nos pareció lo contrario. Porque sus sueños se habían ido cumpliendo,sus deseos de toda una vida,corta aún en realidad,tenían esa noche ante sus vecinos, amigos , familia, la oportunidad de ser contados y uno más realizado.
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