Se me están yendo los días demasiado rápidos. Y hoy he caído revisando la agenda, varias semanas en las que , salvo a una cena, se me han ido igual todos los días; a trabajar por la mañana ,en casa por la tarde, y los fines de semana, enteros en la casa. Ah, también estuve en Granada ,hace unas dos semanas, un Sábado. Y ya está.
Si es que, cuándo vuelves ya tienes por delante todo lo de la casa, luego llegan los chicos ; estar algo con ellos, mirar algo en el ordenador, y mirar entre bostezos algo en la tele. A dormir temprano y listo. Entonces ves un día que se han ido varias semanas en las que ,la rutina ha sido inalterable prácticamente. Y la vida social, pues eso, más que escasa, o casi nula.
Tampoco es que cuándo vuelves de trabajar tengas ganas de mucho, y más sabiendo que tienes varias horas más en el sinhorario casero, así que tampoco a ratos deseas mucho más. Sólo cuándo te sientas un rato, una mañana temprano. Una cómo la de hoy, en la que sigue haciendo mucho frío, que sigue cayendo de vez en cuándoese spray más que lluvia que nos cae por aquí .Pero hoy, algo era distinto, se notaba el avance del día. A lo mejor por eso, por ver mejor, es por lo que me he fijado en esos días ,tantos, y tan iguales.
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