Esos días en los que se une a la familia,en las que prima el buen ambiente.Esos días en los que no hay regla ni protocolo alguno sino disfrutar de la compañía,de la comida y bebida,de acompañar las horas con comentarios de ahora,con historias de ayer.Ratos en los que se habla de todo,de la niebla que trajo el día en su inicio,del día tan despejado que ha quedado,del frío que se nota en la noche,ese helor de la huerta que te entra hasta cualquier zona del cuerpo por muy abrigado que vayas.
La comida en la lumbre,a la costumbre murciana;carnes varias,embutidos,todo vale para ponerlo en las brasas y esperar al lado con una copa de vino a que esté en su punto Ha primado el cerdo en todas sus variantes,algo muy habitual también por aquí a la hora de preparar así comida.Que no falte ,que nadie se quede con hambre.
Acaba la comida,la sobremesa es larga,y el fuego sigue ahí medio olvidado de todos pero en cuánto se va notando que ya el sol no calienta ,que poco falta para que se vaya su luz todos volvemos la vista al montón de leña y animamos esa lumbre que nos recibe alrededor suyo.
Las risas siguen,las bromas,también los recuerdos aparecen de vez en cuándo y los que no están vuelven a acompañarnos por un rato aún más presentes.El fuego vuelve a recibir algo para preparar,vuelve la espera a ver cómo habrá quedado ese trozo de ahí dentro.
Llega la cena,y vuelven las ganas y se vuelve a comer y reir,y a brindar por todo y todos.La lumbre sigue ahí tranquila,y todos mirándola cuándo hay un espacio sin palabras.Ella a lo suyo,y el crepitar acompañando esos silencios,las llamas quedándose con las miradas que están aquí,y pensando a ratos en aquellas otras que estuvieron ,también.
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