De Cameraphone |
Llegó la última ,esperaba ,noche en el hospital.Ya estaba cansada,cuatro seguidas era algo ,y más,que había estado haciendo en mi trabajo durante muchos años,casi toda mi vida laboral prácticamente.Pero hace unos unos cuatro ,creo,que ya no,y se nota el esfuerzo.Y eso que no lo era apenas,acompañante de un enfermo no es nada comparado a llevar el trabajo de diez horas en una planta ,o en una UCI,cómo han sido mis lugares de trabajo previos.
Ya mi madre descansaba mejor esa noche y lo mismo hice,relajarme e intentar dormir.Lo fácil que se puede hacer eso,en un trasto cómo es ese sillón de plástico infame que al menos es posible reclinar hasta dejar horizontal del todo.Bien,es bastante aceptable pese a todo para pasar esas noches.
Pasamos la noche,a la mañana los arreglos habituales a los pacientes,la visita del traumatólogo ,recomendaciones y alta finalmente.La dificultad normal para entrar al vehículo con esa pierna vendada íntegramente.
Buscar el andador ese indicado para un mes al menos,ese soporte que hará más cómodo sentarse por mayor altura en el baño.Llegar a la casa y comprobar qué difícil es ahora desenvolverse ahí.Y lo peor por complejo,organizar a la familia para acompañar ahora que está la abuela necesitada físicamente de ello.
Ahora vienen semanas complejas,no es sólo el tiempo de hospital y listo,obvio.Aunque esto de ser enfermera para la familia,es un blanco y negro.Unos ,encargaté tú qué sabes , puedes y estás acostumbrada,y por el contrario otros,dejaló que ellos entienden,tú qué sabrás...Por suerte siempre están también los poseedores de sentido común.
Pero éstas cosas por su conjunto,te dejan exhausto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario