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Ayer , Martes 26 de Febrero del año 2008, será uno de esos días memorables en los anales de quién quiera tenerlo en cuenta, para hacer algo sobre ello sobre todo.
Cuatro mujeres , fueron asesinadas, y de ellas, tres en dos horas. En España ayer, cuatro mujeres con edades entre 22 y 54 años. Pistolas, escopetas, puñales ,todo eso fue utilizado ayer por novios, ex-parejas, ex-maridos. Algunos , con orden de alejamiento y, aún peor, en un caso, era una de éstas la que tenía la orden ésta, porque el que fue su marido, decía sentirse amenazado.
Y ahora, que ya no sé , ni quiero ponerme a leer cuántas mujeres van ya, y estamos acabando el segundo mes del año, ahora qué. Ahora, se va a acelerar algún tipo de ley, de penas, de lo que sea, o, todo se va a quedar en declaraciones, comentarios irritados, fotos para los medios, intenciones mil. Junto, con los llantos de las familias, que esos son los sinceros. Los que la tengan aquí, y los que la tienen allá, en Bolivia por ejemplo, de dónde era la más joven, con 22 años , a la que el novio ensartó las puñaladas que le pareció al hombre adecuado para cumplir correctamente su labor.
No se hace distinción, no es cosa de que sean los lugareños, o , los extranjeros. Da igual. No son personas de un lugar u otro, son , tampoco son animales, no quiero ofender a éstos. Digamos que son cosas, que actúan y ven que , tampoco la pena por ello es así, cómo para echarse atrás en su encomiable actuación. Mira, uno, se pegó un tiro después con la escopeta con la que había matado a su ex-mujer, una basura menos de enmedio.
No estoy por la pena de muerte, sin duda, ahora, sí, por la cadena perpetua en según qué casos. En éstos, aunque es algo que pagaremos los ciudadanos normales, no les dejaba en la calle, después de no sé qué tiempo, y reducciones varias. Simplemente, a la cárcel ,hasta que muera. Sencillamente. No veo la idea de la reinserción y no sé qué más. Será drástico, puede, pero ¿no lo es, lo que él ha hecho?. No es ojo por ojo, es, un castigo, duro, pero una manera de que no vuelva a hacer eso. Cómo a los violadores, lo mismo.
No somos paquetes delicados que precisemos expresar nuestra fragilidad física con un cartelito. Un ataque con esas armas, o con lo que sea, no deja ileso a nadie. Incluso, hasta mata a la gente. A las mujeres en éste caso. Ayer, cuatro. Las próximas, ¿cuándo?; ¿cuántas?.
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